Las series están de moda. Es un hecho. No es de extrañar pues, que muchas secuelas de clásicos del cine de culto se conviertan en una serie en lugar de una película. Véase por ejemplo el caso de Ash vs Evil Dead, que pasó de ser un proyecto de película a una serie o el de Westworld. Lo mismo ha ocurrido con el El Exorcista.
Después de dos secuelas y dos precuelas este clásico del terror moderno vuelve con un formato serie de manos de la cadena FOX. No se trata de un relanzamiento como se especulaba, sinó que la historia sigue la línea argumental de clásico de 1973 de William Friedkin (sin comentar más cosas para evitar posibles spoilers…)
Hay que matizar que tampoco estamos ante la serie del año. La película original es insuperable y las dos primeras secuelas, que exploran el género místico y policíaco, no están del todo mal. Sin embargo, nos ofrece un batido de géneros como el gore, el thriller, el terror, el suspense y el policíaco que la hacen mucho más que disfrutable y adictiva.
La historia gira entorno a dos sacerdotes que tendrán que hacer frente a las fuerzas del mal, quienes se han apoderado del cuerpo de Casey, una ingenua joven de 19 años de edad. Entre otras líneas argumentales paralelas se sucederán una serie de conspiraciones eclesiásticas, ritos satánicos y asesinatos para animar aún más el cotarro. Los amantes del género serán capaces de encontrar miles de guiños a la película original (incluso a veces diría que algunos demasiado forzados) además de un montón de referencias a títulos clásicos de terror de los ochenta como por ejemplo Pesadilla en Elm Street o El Príncipe de las Tinieblas, entre muchos más.
En cuanto al casting de la serie este quizá sea el apartado más flojo. El hecho de traer a una vieja gloria de la indústria del cine puede cuajar más o menos. En el caso de American Horror Story por ejemplo, encontraron a una Jessica Lange que aporta un carisma bestial y da un aura especial a toda la serie. En el caso de El Exorcista, Geena Davis no acaba de estar a la altura de lo que requiere el personaje, permaneciendo prácticamente inexpresiva en la totalidad de los 10 capítulos. Por lo que respecta a los demás personajes, Hannah Kasulka, la chica poseída, pasa muy bien como muchacha ingenua y bondadosa pero es incapaz de superar a Linda Blair de la película de 1973 o a Jennifer Carpenter en El Exorcismo de Emily Rose en papeles similares. Los exorcistas principales están interpretados por Alfonso Herrera y Ben Daniels. El primero gana puntos a medida que avanza la historia y el segundo es quizá el personaje con más carisma y fuerza de toda la serie.
En lo que respecta a los efectos especiales, no estamos ante una serie que despliegue un abanico enorme de efectos digitales aunque los que aparecen sí que son muy dignos, a parte del maquillaje, que también es notablemente factible.
En definitiva estamos ante una serie de calidad media, que probablemente disguste a los seriéfilos más escrupulosos ávidos de originalidad y espectacularidad, pero que sin embargo gustará a los amantes del género. Personalmente me quedo con ganas de una segunda temporada. Si es que la hay…
Albert Quer
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